EL NUEVO DÍA-
Hoy en Nueva York la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) acogió con ciertas advertencias el Plan Fiscal que la semana pasada había presentado el Gobernador Ricardo Rosselló. Al ser virtualmente el mismo documento que había sido criticado por José Carrión, presidente de la JSF, por no estar apoyado por cifras fiscales y proyecciones económicas creíbles, resulta normal preguntarse cuán genuinas fueron las preocupaciones y expresiones de dicho funcionario.
Lo acontecido durante el día de hoy crea la impresión de que desde mucho antes Rosselló y la JSF ya se habían puesto de acuerdo sobre lo que se expresaría y sucedería en Nueva York; el salón donde se llevó a cabo la reunión lo convirtieron en un gran estudio de televisión desde dónde comunicar lo que ya todos sabían. Ante la expectativa que siempre provocan las determinaciones de la JSF en Puerto Rico, no es de extrañar que pocos hayan extrañado en los actos de hoy la omisión de los asuntos más apremiantes para el País: el desarrollo económico y la reestructuración de la deuda pública.
Los datos incongruentes y errados en el Plan Fiscal nunca fueron corregidos. Luego de la determinación de la Administración Rosselló la semana pasada de congelar la totalidad de los créditos contributivos que se utilizan para atraer inversiones a Puerto Rico, lo mínimo que la JSF debió exigir fue una revisión completa de las proyecciones económicas de la Junta de Planificación contenidas en el Plan Fiscal y un plan sobre cómo atraer actividad económica sin dichas herramientas contributivas. Todos los números económicos sobre los que trabajaron están obsoletos tras la congelación de los créditos.
A pesar de que la semana pasada el Presidente de la JSF abogó en una columna por una reestructuración de toda la deuda pública, dicho tema no se discutió con la rigurosidad que requiere. Uno de los pocos aspectos positivos de PROMESA es que le abre a Puerto Rico la posibilidad de reestructurar su deuda a través de su Título III en el Tribunal Federal, pero no se discutió ningún plan específico en esa dirección. En esto estuvo de acuerdo hace unos días Antonio Weiss, exsecretario auxiliar del Tesoro de los Estados Unidos, quien advirtió en un escrito que el Plan de Rosselló parte de “falsas expectativas de crecimiento económico” y urgió al Gobernador y a la JSF a proceder con la reestructuración a través del Título III de PROMESA.