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Más impuestos que días de Rosselló en Fortaleza


EL NUEVO DÍA-

Es la tercera ocasión en la historia moderna que el Partido Nuevo Progresista celebra por todo lo alto decisiones que ocasionan gran pesar en las familias puertorriqueñas. Festejar o expresar alegría por la aprobación de un documento cuya forzada confección, no sólo se aparta de lo prometido y del discurso proselitista, sino que en su fuero interno se conocen sus dolorosas y devastadoras consecuencias, es síntoma del grado de enajenación del liderato de ese partido.

Culminadas las fiestas a costa de la Sección 936 y de la medicina amarga, ahora tenemos la del Plan Rosselló.

Con una retórica de trabajo en equipo y unidad de propósito, Rosselló celebró que los puertorriqueños tendrán que pagar dos mil millones de dólares más en impuestos cada año. Con el mismo afán y técnica mediática con la que el gobernador Rosselló presentó el plan fiscal inicial, hizo con la versión enmendada: ocultado lo que viene, como si al no decirlo, nadie sentirá sus efectos.

En la primera intentona de plan, Rosselló omitió informarle al País su propuesta de 77 nuevos impuestos. Como resultó insuficiente para la Junta, Rosselló, en lugar de aceptar la colaboración del Partido Popular Democrático para retar los requerimientos con efecto devastador para las familias puertorriqueñas y forzar una reestructuración de la deuda, prefirió enmendar su plan.

El resultado de la enmienda es un Frankenstein para la dolida economía boricua. Luego de dos años en los que no se cansó de repetir el efecto nocivo de las cruditas y del aumento del IVU en el bolsillo de la gente y cómo eso ocasionaba que se fueran de Puerto Rico, por millares, la receta para la crisis es IMPUESTOS. En lugar de los 77 que escondió en su mensaje de estado, ahora nos atacará con 91 impuestos.

Cuando llene su planilla de 2017, el año próximo, se preguntará dónde están las exenciones por dependientes, por el pago de intereses hipotecarios, por aportaciones a cuentas educativas, o a las IRA, o por los intereses de su auto, para jóvenes trabajadores, entre otras. Y es que son 53 exenciones que eliminará Rosselló para sacar $100 millones de los bolsillos puertorriqueños. A estos hay que sumarle dos impuestos a las propiedades a través del CRIM para recaudar $426 millones.

Las compras por internet tendrán un nuevo impuesto que nos costará $65 millones anuales. Las multas de tránsito, las licencias de conducir, las tablillas, los marbetes, el seguro compulsorio, dos impuestos a la ACAA y peajes, entre otros, nos costarán $60 millones anuales. Los sellos de tribunales, de rentas internas para certificados, permisos, comprobantes del Departamento de Hacienda, servicios del gobierno y certificaciones, tendrán un aumento que significará un asalto de otros $68 millones anuales. Hacienda dice que cobrará $374 millones adicionales. Hasta aquí vamos por $1,093 millones anuales.

Foto multas, servicios educativos privatizados, estacionamientos y lanchas de transporte nos costarán otros $61 millones adicionales. Los carriles exclusivos en las autopistas, la AMA y otros servicios, como mantenimiento de edificios públicos, nos costarán $255 millones anuales. Fíjese que se trata de servicios que utilizan los que trabajan y las personas que necesitan. Hasta ahí van 77 impuestos y un costo anual de $1,409 millones. Pero, nos faltan.

Impuestos al tabaco y los costos de seguros tendrán un impacto en el bolsillo de nuestra gente de $255 millones adicionales. Otros $150 millones del IVU. Los patronos y trabajadores pagarán más del seguro por desempleo unido a 12 impuestos adicionales a los comerciantes por vía de exenciones eliminadas y la contribución a las corporaciones que tendrán un impacto adicional de $519 millones.

En fin, 91 impuestos en 71 días. El atraco de $2,333 millones anuales que festejó por todo lo alto Rosselló y su equipo completo los lleva a tener más impuestos que días en La Fortaleza.

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